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martes, 29 de marzo de 2011

Por la Defensa de Los Derechos de la Mujer

Ricardo Palma, sus hijos y nietos

Dicen que la escritora Angélica Palma (1878-1933), hija de Don Ricardo Palma, nuestro ilustre Tradicionista, en una de las tertulias organizadas allá en 1886 por Clorinda Matto de Turner (la gran escritoria cusqueña y luchadora por los derechos sociales de la mujer y de los indígenas), cuando ella todavía era una niña, recitó ante el beneplácito de su padre, una poesía de autoría de la escritora Mercedes Cabello de Carbonera que llevaba por título "Mujer Escritora".  Angélica vivió todavía en una época en la cual los derechos de la mujer no eran reconocidos "oficialmente".  No sé si a tan tierna edad, Angélica sabía en lo que se metía, o si hoy en día los "no oficialistas" siguen pensando igual en lo más hondo de sus espíritus, so miedo de que sean agredidos... Las dos escritoras, Mercedes y Clorinda fueron perseguidas por sus ideas en aquellas épocas, y los serios señores conservadores llegaron a extremos como quemarle su casa a Mercedes y excomulgar a Clorinda por su novela "Aves sin Nido", que trataba de una pareja que descubrió que no se podían casar porque eran hijos del mismo cura del pueblo. Clorinda fue desterrada a  Buenos Aires en 1895, por el presidente Nicolás de Piérola.  Mercedes murió loca en 1901, como consecuencia de los estragos de la sífilis, enfermedad que le fue transmitida por su mujeriego esposo.  Cosas de la vida, chicos!
Aquí va, para su deleite y el mío, la poesía de Mercedes Carbonara que declamó la niña Angélica Palma:

MUJER ESCRITORA: LETRILLA
Me cuentan que un día
el joven Camilo,
muy serio pensaba,
entrar en el gremio
feliz de casado.
Y así meditando
pensó desde luego
dejar ya la vida
de alegre soltero;
mas dijo jurando
--No quiero por nada
mujer escritora.
Yo quiero, decía,
mujer que cocine,
que aplanche y que lave,
que zurza las medias,
que cuide a los niños
y crea que el mundo
acaba en la puerta
que sale a la calle.
Lo digo y repito
y juro que nunca
tendré por esposa
mujer escritora.
¿Qué sirven mujeres
que en vez de cuidarnos
la ropa y la mesa,
nos hablen de Byron,
del Dante y Petrarca,
cual si esos señores,
lecciones les dieran
del modo que deben
zurcir calcetines
o hacer un guisado?
Lo juro, no quiero
mujer escritora.
Mujer literata,
por mucho que sepa
es plaga maldita
que echó Dios al mundo;
sin duda pensando
que hay grandes pecados
que grandes castigos
tendría que darles;
por eso en su cólera
les dijo a los hombres:
daréles en cambio
mujer escritora.


Mercedes Cabello de Carbonara







Clorinda Matto de Turner

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