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martes, 12 de abril de 2011

Opiniones influyentes: Los Vargas Llosa, Bayli y Pastor

Vargas Llosa: "Perú tiene dos opciones: el suicidio o el milagro"

En La Vanguardia.es  Martes, 12 de abril de 2011
Entrevista con el premio Nobel, que considera que "Humala es Chávez con un lenguaje abrasileñado; la catástrofe"
El ex candidato a la presidencia de Perú dice que "Con Keiko, los criminales y los asesinos pasarían de la cárcel al gobierno"


Internacional
11/04/2011 - 01:57h
Xavi Ayén. Enviado especial
Lima

Humala gana la primera vuelta en Perú Un manto de espesa niebla cubre estos días todo el litoral limeño, dando a la política peruana una pátina de irrealidad. “Es la misma niebla que vio Herman Melville cuando desembarcó en este puerto a bordo de un ballenero y que después describió enMoby Dick”, cuenta, en la terraza de su piso del barrio de Barranco, el hombre que quiso un día presidir Perú y que ahora ocupa, risueño, su trono de máximo soberano de la literatura mundial.
Mario Vargas Llosa, a sus 75 años, ya no quiere ser presidente, pero se sigue moviendo como pez en el agua en los cenáculos políticos de Lima. Ayer, fue a votar por Alejandro Toledo, escoltado por un equipo policial de una docena de personas y los enviados de este diario. Antes del voto, habló de la situación peruana.

Xavi: Mientras los candidatos celebraban sus mítines finales, usted se subía a un escenario, ataviado con una túnica oriental, rodeado de odaliscas e interpretando al rey de Las mil noches y una noche, su obra teatral. Era una imagen muy simbólica, ese contraste entre lo que usted es ahora y lo que pudo haber sido.

MVLL: Mi espectáculo era más auténtico que el de los mítines, y mucho mejor desde el punto de vista artístico. Convertirme en un personaje de ficción es una de las experiencias más intensas y agradables de mi vida. Mucho más grata que la representación política, desde luego.

Xavi: La situación política peruana es insólita para un observador que aterrice de Europa.

MVLL: Cierto. Aquí se enfrentan extrema izquierda y extrema derecha, en cabeza de los sondeos, con un centro dividido en tres partidos. Hay tres candidatos que han representado al centro, con algún matiz más a la izquierda o a la derecha, pero que son prácticamente indiferenciables en sus programas de gobierno. Jorge Castañeda, Pedro Pablo Kuczynski y Alejandro Toledo seguirían con el modelo político, económico y social que existe y que tan bien le ha ido últimamente a este país. De hecho, hay una mayoría electoral que quisiera eso, pero el drama es que, dada la insensatez de los políticos, esos tres candidatos se han destrozado, han hecho una campaña feroz de guerra sucia entre ellos. Y los extremos, Ollanta Humala y Keiko Fujimori, que son los que sí ponen en peligro el sistema, han pasado prácticamente intocados. Así las cosas, Perú tiene dos opciones: el suicidio o el milagro.

Xavi: ¿Usted ha hecho esfuerzos para que dos de esos tres candidatos renuncien?

MVLL: Eso es una especulación falsa, no es verdad. Si hubiera querido que alguien renunciara, habría cogido ese teléfono y lo habría llamado directamente. Y yo he votado a Toledo, pero Kuczynski sería un lujo de presidente. Ambos trabajaron juntos en el gobierno. Toledo me parece que puede conectar más con la mayoría mestiza y pobre, porque es de origen humildísimo, un niño que estaba en la calle, mientras que Kuczynski es gringo, millonario y ha dirigido un banco, y eso aquí tradicionalmente son puntos en contra.

Xavi: ¿La etnia es un tema político?

MVLL: Humala empezó defendiendo el etnocacerismo, un movimiento así bautizado en homenaje al general Andrés Avelino Cáceres, un presidente de Perú que organizó guerrillas contra el ocupante chileno a finales del XIX y que basaba su ideario en un dogma racista: el verdadero Perú es cobrizo. En un momento, Humala habló de crear dos ciudadanías: los peruanos de verdad y los simples ciudadanos, que seríamos todos los peruanos no indios.

Xavi:¿Por qué no le gustan las recetas económicas de Humala?

MVLL: Humala es nacionalista, está muy cerca de Hugo Chávez, pero en esta campaña se proclama más bien discípulo de Lula. El problema es que el plan de gobierno de Humala no refleja esa moderación que él ha intentado transmitir en sus declaraciones públicas, es un programa muy cercano de lo que fue el velasquismo (1968-1975, por el presidente golpista Velasco Alvarado): un Estado intervencionista en la economía, nacionalizar sectores estratégicos, gran desconfianza hacia la empresa privada y el capital extranjero, y medidas contra la libertad de prensa. Humala es Chávez con un lenguaje ligeramente abrasileñado. La catástrofe.

Xavi: ¿Y Keiko Fujimori?

MVLL: Es el otro extremo. Significaría abrir las cárceles para que todos los ladrones, asesinos y torturadores, empezando por su padre, Alberto Fujimori, y el siniestro Montesinos, salgan a la calle a sacar la lengua a todos los que han defendido la democracia en Perú. Los criminales pasarían directamente de la cárcel al gobierno. ¿Humala o Keiko? Es elegir entre el sida y el cáncer, una disquisición bastante académica.

Xavi: Usted ha planteado la posibilidad de legalizar las drogas.

MVLL: Un candidato insinuó el debate y hubo una reacción tan atroz que dio marcha atrás. Es hipócrita…

Xavi: ¿Por qué?

MVLL: Estamos en una sociedad donde el consumo de la marihuana y la cocaína es una cosa tan generalizada que parece mentira que no se pueda hablar abiertamente de eso. Este país es un gran productor de droga, uno de los mayores exportadores de coca al mundo, y resulta dramático que ese tema no se pueda discutir.

Xavi: ¿La Iglesia ha tenido un papel en estas elecciones?

MVLL: Aquí en Lima tenemos un arzobispo que es del Opus Dei, monseñor Cipriani, un fujimorista destacado, cómplice descarado de la dictadura que se hizo famoso por una frase: dijo que “los derechos humanos son una cojudez”, palabrota peruana que equivale a gilipollez. Uno de los crímenes peores que cometió la dictadura de Fujimori fue una castración de miles de campesinas de los Andes, a las que el Ministerio de Salud engañó diciéndoles que las iban a vacunar y en realidad las castraron, las esterilizaron a todas. ¡A miles! El arzobispo Cipriani, que echa sapos y culebras cada vez que se menciona el aborto, no dijo una sola palabra ante esta monstruosidad criminal, sobre la que reina un silencio ominoso.

Xavi: Humala, en principio el candidato de la izquierda, ¿aplaude a monseñor Cipriani?

MVLL: Ha ido a entrevistarse con Cipriani y ha salido con un rosario bendecido por el Papa. Ha dicho que él y su familia son católicos conservadores. Ha sido fotografiado pasando las cuentas de ese rosario. O sea, que los extremos se tocan, se confunden. Humala sale a gritar “¡no al aborto!” frenéticamente en todos sus discursos.

Xavi: La frase de Conversación en la catedral: ¿cuándo fue que se jodió el Perú, Zavalita?

MVLL: Hay la posibilidad de que ahora se joda bien.


Álvaro Vargas Llosa: "Humala tiene todas las de ganar"
En un artículo en “ABC”, el hijo del Premio Nóbel 2010 considera que “una mayoría de peruanos ha optado por dos candidaturas de vocación antimoderna”
Lunes 11 de abril de 2011 - 03:34 pm 25 comentarios
(Foto Archivo de El Comercio)

Álvaro Vargas Llosa, hijo de nuestro premio Nóbel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, también se pronunció sobre el panorama político en el país tras la primera vuelta electoral.
En un artículo publicado en el diario “ABC” de España, considera que en el mejor momento de su historia republicana, una mayoría de peruanos ha optado por dos candidaturas de vocación antimoderna. “El primero —y el gran ganador— fue Ollanta Humala, hombre de convicciones estatistas y mentalidad militar que representa lo contrario de lo que ha llevado al país a su auge actual en la última década”, señala.
Y sobre la hija del ex mandatario Alberto Fujimori dice: “Keiko Fujimori es la hija, colaboradora y alma gemela de quien destruyó todas las instituciones del Perú en los años 90, violó los derechos humanos y ahogó a los peruanos en un mar de corrupción”.
También considera que “la división de las fuerzas democráticas (Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuzcynski y Luis Castañeda) en tres candidaturas resultó mortal para las aspiraciones de la mitad del país que ellas representaban”. Y que el análisis de fondo es que la otra mitad de peruanos (la única que estará representada en el “ballotage”) profesa un desapego por el sistema democrático y el modelo económico.
¿Qué pasó? Vargas Llosa recuerda la existencia de bolsones de pobreza donde no llegan los beneficios económicos, el desfase entre el crecimiento económico y los servicios públicos paupérrimos y la inseguridad que afecta por lo menos a una tercera parte del país. Esto, pese a los avances en materia económica y la disminución de la pobreza.
Finalmente consideró que “Humala tiene todas las de ganar” y recordó que “su ventaja sobre Fujimori es casi el doble de la que le llevaba él mismo a Alan García”, cuando ambos pasaron a la segunda vuelta en el 2006. También se preguntó si le espera al Perú un nuevo Chávez, en alusión al mandatario venezolano.


La columna de Jaime Bayly


Lun. 11 abr '11  Buenas y malas noticias


Autor: Jaime Bayly


Es una mala noticia que el señor Humala (que no renunció al Ejército golpista cuando el señor Fujimori perpetró el golpe del 92, que apoyó desde Seúl el golpe fallido de su hermano Antauro contra el entonces presidente Toledo, emboscada que dejó varios policías muertos) haya obtenido más del 30 por ciento en las elecciones presidenciales de ayer.
Es una buena noticia que la señora Keiko Fujimori (que tenía 16 años cuando su padre dio el golpe del 92, que por consiguiente no puede ser responsable de los desmanes autoritarios del gobierno de su padre, que en el segundo gobierno de su padre hizo todo cuanto pudo para que despidieran al bribón de Montesinos, que se quedó valientemente en el Perú cuando su padre renunció y fugó de un modo deshonroso) haya obtenido un claro e inobjetable segundo lugar en las elecciones de ayer, con un porcentaje que sobrepasa el 23 por ciento de los votos.
Es una alentadora noticia que un candidato inteligente, moderno, de probado éxito personal como el señor Kuczynski haya quedado tercero, con más del 19 por ciento de los votos.
Es una gratificante noticia que el canalla envanecido de Toledo, que en algún momento decía en tono fanfarrón que ganaría en la primera vuelta, haya sido humillado por el pueblo, quedando relegado, con apenas 15 por ciento, a un vergonzoso cuarto lugar, a pesar del apoyo de Mario Vargas Llosa, quien parece tener más influencia entre los suecos que entre los peruanos.
Es una deliciosa y espléndida noticia que el señor Castañeda, un sujeto tan obtuso como prepotente, que se cree el inventor de la escalera y que causó un masivo daño cerebral con sus camisas amarillas y su discurso chocarrero, haya sido incapaz de llegar al 10 por ciento de la votación de ayer.
Es una estupenda noticia que el partido en el gobierno, esa secta o cofradía de pillos, adulones y trepadores, haya sufrido una debacle histórica, siendo reducido a escombros, con apenas 4 congresistas de los 130 elegidos ayer.
Es una orgásmica noticia que el partido del señor Barba sea ahora una morgue o funeraria porque no pasó la valla electoral. El Cambio Radical fue, en efecto, radical: lo que era un partido político familiar es ahora un velatorio desolado. Mis condolencias.
No es para nada seguro que la señora Fujimori será capaz de prevalecer sobre el señor Humala en la segunda vuelta.
Pero, en mi opinión, era bastante seguro que el señor Kuczynski, renuente a renunciar a su nacionalidad estadounidense, con una escuálida votación en la mayoría de las provincias, que ha quedado tercero gracias al voto educado y moderno de Lima, hubiera sido incapaz de derrotar al señor Humala en segunda vuelta.
Por eso apoyé a Keiko Fujimori y fui a votar por ella ayer en Miami Beach (no pude hacerlo porque la mesa estaba cerrada).Así las cosas, celebro que el 23 por ciento de los peruanos hayan votado ayer por la señora Fujimori, me alivia considerablemente que el señor Kuczynski por lo visto no haya quedado segundo (porque, en tal caso, creo que la victoria de Humala en la ronda final habría sido segura) y aplaudo el buen juicio de quienes castigaron con su voto al arrogante y falsete señor Toledo y al poco iluminado señor Castañeda, que ahora ya sabe que las escaleras que construyes son a veces las mismas por las que el pueblo te lleva, pasito a paso, para abajo.Creo que la segunda vuelta será muy reñida y quien resulte ganador lo será por un margen muy estrecho.

Me divierte en extremo pensar qué harán ahora los señores Toledo y su padrino, el señor Vargas Llosa. No dudo de que los señores Kuczynski y Castañeda darán claras señales de apoyo a la señora Fujimori, lo mismo que seguramente harán las diezmadas huestes apristas (ahora reunidas en algún asilo de huérfanos en la clandestinidad). Pero, sabiendo como sabemos que los señores Toledo y Vargas Llosa aman tanto a la democracia como odian a la familia Fujimori en pleno, bien puede ocurrir que el señor Vargas Llosa y su entenado Toledo terminen apoyando, “en aras de la democracia”, al señor Humala, lo que confirmaría que Dios es un comediante y que en ningún caso es peruano.
Amigos aun no salgo de mi asombro por los resultados obtenidos en las Urnas el pasado 11 de abril, no me queda mas que reconocer que existe al menos un 31 % de la población que son peruanos a los que la riqueza nunca llegó, son peruanos que quedaron en el olvido y que quieren un cambio…. Pero en su desesperación podrían estar poniendo la democracia en riesgo . Nadie puede negar que no existirá desarrollo completo mientras existan personas que carecen de servicios básicos como agua y luz. De nada vale decir que estamos economicamente mejor y que tenemos reservas cuando hay peruanos viviendo en extrema pobreza. La distribucion de la riqueza es algo que se debe de hacer equitativamente principalmente pero tambien que llegue a quienes mas necesitan solo asi habremos alcanzado la meta y salir del subdesarrollo.

Mi pronóstico (o mi deseo) es que al final ganará Keiko sobre Humala.
Baso mi pronóstico en los siguientes cálculos: 1) Creo que 7 u 8 de cada 10 votantes de Kuczynski (sobre todo los de Lima) votarán sin dudarlo por la señora Fujimori y muy pocos de quienes han votado por el señor Kuczynski lo harán por el señor Humala; 2) Creo que los votos de Toledo se dividirán a partes iguales entre Humala y Keiko; 3) Creo que los votos de Castañeda se dividirán a partes iguales entre Keiko y Humala; 4) Creo que los votos apristas, no siendo muchos, irán consistentemente hacia la señora Fujimori.


La columna de Jaime Bayly
Lun. 04 abr '11: Mi voto es por Keiko
Autor: Jaime Bayly

El próximo domingo iré a votar al centro de convenciones de Miami Beach.
Mi voto lo tengo decidido hace ya bastante tiempo. Votaré con entusiasmo por la señora Keiko Fujimori.
Quienes me conocen saben que hace varios años vengo diciendo que la señora Fujimori será la próxima presidenta del Perú. Es lo que sinceramente deseo por el bien de los peruanos.
Lo que no estaba en mis cálculos, y no deja de sorprenderme, es que, según las encuestas más confiables, el señor Ollanta Humala pasará a la segunda vuelta con una cómoda ventaja de varios puntos porcentuales sobre los demás candidatos. Felicitaciones al señor Humala. No he estado últimamente en el Perú ni he seguido de cerca su campaña, pero el señor Humala debe de haber hecho las cosas bastante bien para estar cómodamente instalado en el primer lugar de las preferencias de los peruanos.
Parece, pues, un hecho más o menos seguro que el señor Humala estará en la segunda vuelta. Si ello ocurre, debemos respetar la voluntad de quienes votarán por él. No parece conveniente insultar al señor Humala ni a sus votantes. El señor Humala ha sido inteligente y tenaz en presentarse como el cambio más radical o la oposición más firme a un gobierno que es repudiado por dos de cada tres peruanos. Tal vez por eso, y porque en los últimos cinco años ha hecho una campaña discreta y eficaz en todo el Perú, el señor Humala está cosechando ahora lo que ha sembrado con diligencia.
Con todo respeto al señor Humala, yo no votaré por él este domingo ni en la segunda vuelta. Creo que el señor Humala es una buena persona con malas ideas. Creo que un gobierno del señor Humala pondría en riesgo la democracia peruana (pues, como es bien sabido, el señor Humala admira a dictadores como Hugo Chávez y Fidel Castro) y frenaría al crecimiento económico sostenido de los últimos veinte años, que ha logrado rebajar la extrema pobreza en el Perú. El señor Humala dice ahora que su modelo o arquetipo o inspiración es Lula da Silva y no Hugo Chávez. Me reservo el derecho de no creerle del todo. Una vez en el poder, creo que el señor Humala será un fiel amigo y dócil aliado del dictador venezolano. Yo entrevisté al señor Hugo Chávez cuando era candidato a la presidencia venezolana en 1998. El señor Chávez me dijo en tono conciliador y moderado que discrepaba radicalmente del modelo cubano de Fidel Castro. Una vez que ganó las elecciones y se consolidó en el poder, Chávez, deshonrando sus promesas embusteras, ha hecho todo lo posible por glorificar a un tirano despreciable como Fidel Castro y para que Venezuela se parezca cada día más a Cuba.
Yo no quiero que el Perú se parezca a la Venezuela crispada y estatista de Chávez ni a la Cuba hundida en la miseria de los hermanos Castro. Yo quiero que el Perú sea un país libre y con una economía en crecimiento que alivie a los más pobres. Quiero sin duda ninguna que el Perú siga el camino de Chile, no el de Venezuela. Por eso no votaré este domingo por el señor Humala y en la segunda vuelta votaré por quien enfrente al señor Humala.
Espero que quien enfrente al señor Humala en la segunda vuelta sea la señora Fujimori. Tengo por ella un gran respeto y una gran admiración. A pesar de su juventud, es una mujer que ha demostrado su tranquila inteligencia, su serenidad y firmeza en los momentos adversos (que no han sido pocos) y su tolerancia a las críticas más despiadadas sin perder el talante y la sonrisa. Creo que la señora Fujimori, además de ser una buena esposa y una excelente madre de familia y una hija ejemplar, sería una magnífica presidenta del Perú. Creo todo esto porque la señora Fujimori ha demostrado que es humilde cuando le corresponde serlo y que sabe delegar responsabilidades en personas serias y competentes como quienes ahora la rodean. Creo que, a diferencia del señor Humala, la señora Fujimori, precisamente para no parecerse al gobierno autoritario y corrupto de su padre, hará su mejor esfuerzo para presidir un gobierno respetuoso de las formas democráticas y exento de pillos y bribones como los que se apandillaron con su padre en la década de los noventa. Así como el señor Alan García tuvo una segunda oportunidad para demostrar que había aprendido de los errores de su primer gobierno (oportunidad que, a pesar de sus malos números en las encuestas, creo que no dilapidó), la señora Fujimori, de ser elegida presidenta, tendrá el desafío histórico de demostrar que la fuerza política que fundó su padre y que ella ahora representa con bríos ha aprendido de sus errores y no caerá en las trampas del autoritarismo y las pillerías que viciaron el gobierno de su padre. Estoy seguro de que la señora Keiko Fujimori se rodeará de personas de probada honradez (la presencia de Rafael Rey es una clara señal al respecto) y que su gobierno será uno de reconciliación nacional, de respeto a las libertades públicas y de crecimiento económico a favor de los más pobres.
El Perú debe elegir este domingo si quiere parecerse a la Venezuela de Chávez o al Chile próspero y con creciente justicia social de Bachelet y Piñera. Si queremos seguir el camino prepotente y antiliberal de Chávez, voten por el señor Humala. Si queremos seguir el admirable crecimiento económico de Chile, que en las últimas tres décadas ha logrado rebajar la pobreza de 44 a 14 por ciento, votemos por la señora Keiko Fujimori.
Por supuesto, respeto y aprecio a quienes piensan votar por los señores Toledo, Kuczynski y Castañeda. Pero, con todo el respeto que me inspiran quienes así piensan votar el domingo, creo que, estando los tres rezagados respecto de la señora Fujimori, votar por ellos es, en cierto modo, hacerle un favor al señor Humala. Es evidente que los señores Toledo, Kuczynski y Castañeda representan básicamente el mismo modelo de libertad política y crecimiento económico. Entre los tres suman casi la mitad de las preferencias electorales. Hubiera sido deseable, pensando en el Perú y no en sus pequeñas ambiciones, que unieran fuerzas alrededor de uno de los tres. De haber sido capaces de un gesto semejante de madurez y desprendimiento, con seguridad ese candidato pasaría a la segunda vuelta. Pero los tres se han disputado ferozmente, y a menudo cayendo en penosas vulgaridades y tristes deslealtades, la misma porción de las preferencias electorales. Por eso, en la última encuesta de Apoyo, ninguno de los tres está en el segundo lugar. Quien está en segundo lugar es la señora Keiko Fujimori. Solo por eso, y porque estoy convencido de que en una segunda vuelta la señora Fujimori prevalecerá sobre el señor Humala (quien, en mi opinión, derrotaría fácilmente al señor Kuczynski en una segunda ronda, y tal vez derrotaría también al señor Toledo, que tiene el mal sabor del plato repetido), invito a quienes piensan votar el próximo domingo por los señores Toledo, Kuczynski y Castañeda a que, pensando en el bienestar del Perú, voten en cambio por la señora Keiko Fujimori.
Después de leer las últimas encuestas, y convencido como estoy de que en la segunda vuelta el señor Humala solo perderá si tiene como rival a la señora Fujimori, votaré este domingo por Keiko Fujimori, una mujer que no se ha metido en esta pelea electoral por ambiciones personales sino por amor a su padre, porque el destino le planteó un desafío mítico que ella tuvo el coraje de aceptar y no esquivar, porque su candidatura se funda no en desbordes ególatras o en apetitos de poder sino en la sabia resignación de quien acepta cumplir la ardua misión que el destino le ha encomendado, aun a expensas de complicarse la vida personal y familiar. Tengo tres hijas. Cuánto quisiera que mis hijas, si llego a los setenta y dos años, me quieran como Keiko Fujimori quiere a su padre ahora en prisión. Por eso, respeto y admiro a la señora Fujimori y votaré por ella este domingo.
Sin embargo, si la segunda vuelta, contrariamente a mis deseos y vaticinios, fuese entre el señor Humala y el señor Toledo, votaré en esa segunda vuelta, sin duda alguna, por el señor Toledo o por el candidato que enfrente al señor Humala, sea la señora Fujimori, el señor Toledo o, lo que parece más improbable, el señor Kuczynski o el señor Castañeda.
Invito cordialmente a mis compatriotas a votar este domingo por la señora Keiko Fujimori y, en la segunda vuelta, a votar por la candidata o el candidato que se enfrente al señor Humala. Creo que de este modo lograremos conjurar la sombría amenaza de que el Perú siga el camino de la Venezuela de Chávez, que es el camino seguro a la pobreza económica, el envilecimiento de la democracia y el recorte de las libertades personales.
Es decir, el fiel de la balanza parecería ahora el señor Kuczynski, y dado que la mayor parte de sus votos proviene de la Lima moderna y bien informada, es razonable suponer que esas personas probablemente votarán por la señora Fujimori para evitar un triunfo del señor Humala.
Ya se sabe que en la segunda vuelta no gana el que más entusiasmo despierta, sino el que menos temor inspira.
Dicho esto, y sabiendo como sabemos que los peruanos somos políticamente impredecibles, creo que si el señor Humala neutraliza el miedo con un discurso moderado, y si consigue instalar el argumento de que un triunfo de la señora Fujimori sería un virtual regreso a la dictadura de su padre, no es improbable que sea Humala quien finalmente gane.
Como es obvio, si la señora Fujimori quiere ganar, tiene que seducir cautelosamente a los votantes de Kuczynski, Toledo y Castañeda. Cuando escribo “cautelosamente”, pienso que la señora Fujimori debe evitar sellar pactos o alianzas formales con esos tres candidatos. Ante todo, debe evitar la peligrosa fotografía que dé la impresión de que toda la clase política se une, desesperada, contra el insurgente señor Humala.
Pero si yo estuviera en los zapatos de la señora Fujimori, anunciaría ya mismo que, en caso de ganar, el primer ministro de mi gobierno será el señor Kuczynski. (Si me apuran diría: “Soy genéticamente hija de Alberto Fujimori, pero políticamente me considero hija de Pedro Pablo Kuczynski”). También anunciaría que el señor Castañeda será ministro de Transportes o de la Producción o de lo que quiera o ministro de Las Escaleras Infinitas.
En otras palabras, si la señora Fujimori dice de un modo claro y enfático “Si yo gano, no gobernará mi padre, sino gobernaremos PPK y yo”, sus probabilidades de ganar se multiplicarán, puesto que los votantes de PPK son, en esencia, alérgicos al señor Humala y, por consiguiente, fácilmente migrantes del entusiasmo por PPK a las simpatías por la mera K.
Siendo francamente abusivo atribuirle a la señora Fujimori los errores del gobierno de su padre, y siendo francamente grotesco suponer que un gobierno de la señora Fujimori sería tan autoritario y corrupto como el de su padre, queda por ver qué harán ahora los señores Kuczynski, Toledo y Castañeda. Lo inteligente y realista es aceptar que la señora Fujimori no es responsable de los errores o los delitos que cometió su padre, que si ella llegase al gobierno tendría la obligación moral de demostrar que el suyo será un gobierno democrático y honrado, a diferencia del de su padre, y que un triunfo del señor Humala pondría al Perú en el camino de Venezuela o Ecuador, mientras que una victoria de la señora Fujimori lo mantendría en la senda próspera de Chile.

PLENA INCERTIDUMBRE


by Aurelio Pastor on Tuesday, April 12, 2011 at 7:48am

Lo sucedido el último domingo en las urnas deja al país ante una encrucijada. Tras diez años de consolidación de nuestra democracia y de crecimiento económico, estamos ante la posibilidad de perder alguno o ambos a partir de los próximos meses. No en vano algunos importantes medios de noticias del mundo lo han difundido así, comparando al Perú como una estrella que podría dejar de brillar en el escenario internacional en muy poco tiempo.
Vamos a tener que analizar con mucho cuidado las posibilidades que nos quedan e insistir en compromisos públicos, claros, con testigos que certifiquen y hasta por escrito, que garanticen que no se afectará el Estado de derecho ni la estabilidad y solidez de nuestra economía.
Personalmente tengo muchas dudas de Ollanta Humala. Siendo él un conocido discípulo de Hugo Chávez, no tengo la menor duda que le vendrá a la cabeza por propia iniciativa o por consejos de su mentor o sus “socios”, la posibilidad de enfrentar al sistema político nacional para alejarlo del pueblo y justificar un quiebre constitucional. Podría hacerlo mientras utiliza de manera populista parte de los ahorros o reservas nacionales para rebajar algunos precios de productos, bienes o servicios, dando la apariencia de un estado de satisfacción que favorezca a los pobres y a los mas o menos pobres también. Lo hará porque no tiene mayoría en el Parlamento para poder llevar a cabo las reformas que ha venido anunciando y porque tiene un estilo autoritario que no sintoniza con las formas democráticas que lo obligan a negociar constantemente con una oposición a la defensiva. Seguramente utilizará también otras armas. Enfrentarse a las transnacionales por el gas, los minerales o el petróleo, para que paguen más impuestos o se vayan. Se enfrentará a los bancos por sus abusos en los intereses y demás cobros que generan una “sobre ganancia” bancaria. Y también a cuanta empresa de servicios públicos haya en el país en energía, agua, recojo de basura, etc. Finalmente, ninguna de éstas ni las concesionarias de caminos gozan de popularidad alguna.
De Keiko Fujimori también tengo dudas. ¿Cuánto realmente ha roto con el pasado de su padre en materia “antidemocrática”? ¿Puede asegurarnos que ningún cuestionado personaje del pasado volverá a deambular por Palacio mientras ella esté ahí?
Hay muchos temas que analizar y sopesar. Ya habrá tiempo de hacerlo a lo largo de las tensas semanas que se vienen para todos.



Por: Aurelio Pastor Valdivieso

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